En Mestura La Palma acompañamos a la ciudadanía afectada por la crisis del volcán Tajogaite a través de prácticas culturales comunitarias. Para ello estamos identificando un catálogo de patrimonios naturales y culturales con valor para la comunidad que han sido afectados por el volcán y que actualmente están en riesgo de perderse.
Planteamos un proceso donde identificar aquellos patrimonios que nos hacen sentir parte de una comunidad. A través de ellos, generamos espacios de diálogo, escucha y cuidados que ayuden a estas personas a sobrellevar su situación presente y a reencontrarse con aquellos vecinos que han pasado por el mismo proceso y que se encuentran hoy dispersos y divididos por el territorio.
Nacimiento de Tajogaite
En septiembre del 2021 la isla de La Palma sufrió durante 85 días la erupción del volcán Tajogaite situado en Cumbre Vieja, ocasionando la evacuación de más de 7.000 personas. De ellas, alrededor de 2.000 se vieron forzadas a residir en segundas viviendas, casas de alquiler o de familiares y amigos y 453 personas fueron alojadas en hoteles. Después de 15 meses, cerca de 80 personas continúan a la espera de una alternativa habitacional.
Muchas de estas familias están teniendo que afrontar el desplazamiento de su vida tal y como la conocían hacia otro lugar; el posible desplazamiento de sus vecinos y familiares a otros lugares de la isla y el riesgo de perder aquellas tradiciones, edificaciones y paisajes cotidianos característicos de su identidad comunitaria.
Identidad y memoria
Un lugar no es el mismo sin la comunidad que la compone, al igual que las personas no se relacionan de la misma forma si cambia el contexto radicalmente. Cualquiera de estos cambios puede llevarnos a procesos difíciles de asimilar, donde lidiar con la pérdida de identidad, el desarraigo o con sentimientos de desconexión y soledad.
La memoria de un barrio y sus habitantes son lo que da forma a nuestra identidad. Las experiencias cotidianas que hemos vivido y las personas con las que hemos compartido esas vivencias a lo largo de los años le dan sentido a nuestras vidas y construyen nuestro sentimiento de pertenencia a un lugar. La conexión con la comunidad por un lado y el vínculo con el territorio por otro nos sostienen, nos hace querer permanecer y echar raíces.
En este contexto, el volcán ha separado a la población del Valle, ocasionando un cambio en las relaciones de quienes habitaban las zonas afectadas. Barrios como Todoque, Los Campitos o El Paraíso han desaparecido, llevando también a una transformación de la conexión física con el territorio.
¿Por qué es importante hablar de cultura comunitaria?
Entendemos la cultura como un medio para construir salud comunitaria, recuperar las relaciones cotidianas y fortalecer la conexión con el lugar que habitaban. De esta forma, se trata de un recurso para favorecer el bienestar común y generar entornos de proximidad saludables. A tal efecto, identificar nuestro patrimonio comunitario, es decir nuestras tradiciones, lugares comunes, nuestros vecinos, nos ayuda a construir puentes con la memoria de nuestro barrio, con aquello que compone nuestra identidad individual y colectiva.
¿Cómo llevarlo a cabo?
Mestura se centra en ofrecer a las personas afectadas espacios de escucha activa a partir de actividades dirigidas y talleres, que nos permitan conocer y entender el contexto local y su situación actual. En estos espacios se reflexionará sobre el valor del Patrimonio Comunitario para trabajar colectivamente sobre aquellos patrimonios sostenidos y cuidados por la comunidad.
Sello de Patrimonio Comunitario
La UNESCO establece una serie de lugares en el mundo que, por su “valor universal excepcional”, merecen ser identificados como patrimonios comunes de la humanidad. Estos son listados y reconocidos a través de su sello.
Desde Mestura proponemos visibilizar todos aquellos bienes, tangibles o intangibles, elegidos por la comunidad como elementos necesarios para mantener la memoria, el arraigo y la identidad de los barrios afectados por el volcán Tajogaite. Para ello, hemos creado un Sello de Patrimonio Comunitario que ayude a la ciudadanía a identificarlos y agruparlos.
Catálogo de Patrimonio Comunitario
A través de encuentros periódicos individuales y colectivos iremos acompañando a la ciudadanía a visibilizar y conversar sobre sus Patrimonios Comunitarios. En ocasiones, la utilización de un mapa del territorio podrá ayudarnos como herramienta para, durante los talleres, situar estos hitos geográficamente.
Todos estos Patrimonios Comunitarios pasarán a conformar un Catálogo de Patrimonio Comunitario al ser verificados con su sello por el Comité de Patrimonio Comunitario –un grupo a configurar de agentes y vecinos de la zona que lideren la investigación junto al resto de la comunidad–. Un repositorio público que visibilice la memoria colectiva de los habitantes de los barrios afectados del Valle.
Dispositivos de memoria y arraigo
Estos patrimonios comunitarios los pondremos en valor a través de un conjunto de experiencias culturales –a las que llamamos “dispositivos de memoria y arraigo”– decididas colectivamente con los vecinos durante encuentros y talleres donde se expresan e identifican necesidades, deseos y demandas conjuntas.
Así, esta investigación colectiva concluirá con la creación de dispositivos, materializados en diferentes formatos, que ayuden a construir el futuro de las personas afectadas, sin olvidar el pasado y sosteniendo el presente.
Etapas y duración
El proyecto arranca en su fase de diagnóstico el 1 de octubre de 2022 y se prevé que finalice en diciembre de 2023.
Fase 1
Diagnóstico participado
Mestura La Palma arranca a través de la creación de espacios de encuentro y escucha activa con la ciudadanía afectada, que nos permita conocer el contexto local –comunidades, espacio, iniciativas y recursos existentes– y su estado actual. En esta primera etapa diseñamos colectivamente una hoja de ruta para la implementación de las diferentes acciones de recuperación y reconstrucción de la memoria y el arraigo. Estos encuentros pretenden acompañar a las personas afectadas, generar cohesión entre vecinos y potenciar la reflexión sobre la identidad y el Patrimonio Comunitario
Fase 2
Desarrollo de los dispositivos de memoria y arraigo.
En esta etapa se diseñan, construyen y despliegan las actividades, y experiencias culturales que llamamos “Dispositivos de Memoria y Arraigo”. Estos dispositivos se irán definiendo durante el proceso y podrán tener el formato que se considere oportuno para cumplir con los objetivos de conectar a las comunidades y descubrir el patrimonio comunitario.
El proceso de desarrollo y puesta en funcionamiento de cada dispositivo, permitirá a los vecinos formar parte de una experiencia cultural y conectar con la comunidad, al tiempo que ponen en valor la identidad y la memoria, mermada tras la aparición del volcán Tajogaite.
Algunos ejemplos de dispositivos podrán ser: intervenciones artísticas, el diseño y enriquecimiento de espacios físicos para los vecinos, archivos orales, fotográficos, audiovisuales o instalaciones que faciliten el encuentro y la conexión de los vecinos del valle
Fase 3
Evaluación y futuros posibles
La tercera y última etapa del proyecto será el momento de poner en valor el proceso, analizar y reflexionar sobre las transformaciones y experiencias vividas, así como medir los impactos conseguidos. Se llevará a cabo un encuentro final en el cual compartir los aprendizajes y poner sobre la mesa posibles escenarios que ayuden a las comunidades locales a proyectarse a futuro apoyándose en los recursos creados y experiencias vividas en el proceso de Mestura La Palma.
¿Quién sostiene Mestura La Palma?
Este proyecto tiene una vocación comunitaria, por lo que los vecinos del Valle son los principales protagonistas de este proceso. No obstante, Mestura La Palma está:
Mediado localmente por Laura Ramiro y coordinado estratégicamente por Artemi Hernández, en conjunto con el resto del equipo de la Oficina de Innovación Cívica S. Coop.
Financiado por la Fundación Daniel y Nina Carasso a través de la convocatoria Alianzas para una Democracia Cultural 2022.
Apoyado por los ayuntamientos de los municipios afectados –Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte– Cruz Roja y El Festivalito.